Toma un te o infusión de forma que tengas en cuenta tus cinco sentidos, en un estado de completa presencia.

Prepara una infusión u otra bebida caliente, según preferencias. Siéntate cómodamente en actitud meditativa. Acerca la taza hacia la nariz, aspira su aroma. Prolonga la respiración durante un tiempo más extenso de lo habitual, pausadamente.

Escucha. Observa.

Coge la taza con las dos manos y ponla bajo la nariz. Luego cierra los ojos y permite que el aroma penetre en tu cuerpo. Observa las sensaciones que se experimentan.

Observa las reacciones de tu cuerpo.

Prueba un sorbo de la bebida. Acompaña al líquido por su paso por las distintas partes del cuerpo, labios, dientes, lengua, paladar, garganta.

Observa qué sucede en el resto del cuerpo.

Deposita la taza lenta y suavemente en la mesa.

Observa. Repite el proceso un par de veces.

Continua con el ritmo de aspirar el aroma, calentarse las manos con la taza, beber un sorbo.

Observa qué sentidos están implicados en el acto de beber un té o cualquier otra bebida con presencia: vista, oído, tacto, gusto, olfato.

Dedica a cada uno de tus sentidos unos segundos de atención.