En nuestra jornada laboral es común realizar las tareas deprisa y corriendo para poder hacer más en el menor tiempo posible, lo que nos produce, a veces, estados de nerviosismo, ansiedad y agotamiento que nos impiden realizar nuestro trabajo de forma eficaz.
Esta forma de trabajar no nos garantiza obtener los mejores resultados, por el contrario es más eficaz trabajar intensamente durante noventa minutos o dos horas y después hacer una pausa de unos cinco minutos introduciendo algún ejercicio de relajación. De esta forma regeneramos nuestro organismo, lo oxigenamos y le aportamos energía para seguir con nuestro trabajo de forma eficaz.
Los ejercicios que a continuación expongo son de fácil aplicación y nos ayudan a relajarnos mental y físicamente por unos instantes para volver a retomar las tareas con energía renovada.