Toda persona tiene un sentido de quien es y una visión de quien desearía ser, de como le gustaría que fuera su cuerpo, de como le gustaría usar su tiempo, del dinero que querría ganar, el ejercicio físico que le gustaría hacer y la comida que tendría que comer…

Saber quien eres supone estar un tiempo a solas, un tiempo de quietud y de reflexión en el que puedas escucha tus pensamientos, reflexionar sobre el día que has pasado y sobre ti mismo.

Saber quien eres significa establecer un compromiso contigo mismo.

Establecer un compromiso contigo mismo significa escuchar tus sentimientos y actuar sobre lo que es correcto para ti en el momento actual. Es estar en el presente, hacer lo que es correcto en este momento. Supone confiar en ti mismo y no preocuparte por lo que ocurra dentro de tres semanas o dentro de un año.

Si no conviertes en prioridad tu vida, tus pensamientos, objetivos y tiempo, estarás en la corriente de los deseos y expectativas de los demás.

Aunque es importante centrarte en ti mismo, saber quien eres y procurar que tu vida sea una prioridad para ti, también es importante ser consciente de que puedes afectar a otras personas. Has de comprender el efecto que tienen tus acciones sobre los demás, y elegir qué acciones deseas realizar.

Ama y acepta quien eres, no lo que serás o lo que deberías ser.

Si te amas a ti mismo por lo que eres, estás viviendo en el presente, que es la puerta que te conduce hasta el poder personal. Fíjate en quien eres, compárate con quien deseas ser, y pregúntate porque no coinciden las dos cosas.

“¿Es lo que deseo ser realmente apropiado para mi, o se trata de algo que se me dijo que debería ser?”

Cuanto más puedas despejar de ti los programas y expectativas de los demás, las imágenes que se han hecho de ti, tanto más fiel a ti mismo serás. Muchos de esos ideales representan creencias de los demás, que tratas de encajar en ti mismo, pero que no son lo que tu realmente eres.

Realizar prácticas meditativas como estar sentado a solas, tranquilamente, permitiéndote a ti mismo descansar física, emocional y mentalmente, te proporcionará una creciente sensación de claridad sobre ti mismo. En esos momentos de quietud no estás representando ningún papel y tu ser interior puede hablarte con mayor claridad. El tiempo de reflexión es la fuente de revitalización de la energía, del ver con claridad, de las ideas y la inspiración.

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